El cine y yo

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– Ningún hombre puede ser realmente amigo de una mujer que le resulta atractiva, siempre quiere tener relaciones con ella.

– Entonces un hombre puede ser amigo de una mujer que no le resulta atractiva.

– No, también quiere acostarse con ellas.

De la película Cuando Harry conoció a Sally.

Y la frase se me quedó grabada, carajo ¿así piensan los hombres? No, no lo creo. Harry y Sally, de mis personajes favoritos: nunca de acuerdo, siempre dándose la razón, extraordinario reflejo de las relaciones entre hombres y mujeres. Típicas discusiones, excelentes diálogos, ingeniosos y divertidos. Definitivamente esta película está en la lista de mis favoritas.

Me identifico con los protagonistas. Así somos, como los personajes de nuestras cintas consentidas. Los amamos y los odiamos, o queremos estar en sus zapatos. Se vale soñar, digo.

Sin duda mi pasatiempo predilecto es ir al cine. Una vez a la semana, por lo menos; si se puede dos, si me alcanza tres. Lloro con la comedia, río con el drama, me muerdo las uñas con el suspenso. Veo de todo, no discrimino. Disfruto.

Soy un Dios.
– ¿Eres Dios?
– ¡No!, soy UN Dios, no EL Dios.

Phil Connors en El día de la marmota.

Estupenda. Phil Connors queda atrapado en el mismo día, y revive y revive y revive todo, sin poder escapar de la maldición ni de sí mismo. De esas pelis que parecen comedias simples pero tienen un trasfondo interesante. Cada vez que la ves, le descubres algo nuevo.

¡Ah, Bill Murray! Encantador en donde salga y como salga. Es tan maravilloso que lo veo y siento que he conversado con él, que nos hemos tomado un café y nos vemos seguido. Es su expresión extraña, sus extravagancias, los personajes que interpreta. Somos como camaradas. ¿Qué raro no? ¿A ustedes les pasa?

La vida no es como la has visto en el cine,
la vida… Es más dificil.

Alfredo en Cinema Paradiso.

¿Quién no lloró con esta película? El que diga que no, miente. Después de que la vi, los besos tomaron otro significado para mí. Algo más sublime, lleno de sentimientos delicados, suaves, melancólicos. Cada vez que Alfredo daba un consejo o regañaba a Toto, no sólo le hablaba a él, me hablaba a mí también; ese par me hizo reír, mucho más llorar. Personajes que dejan huella en tu vida.

Podría irme de largo mencionando mil y un películas que me parecen excepcionales, pero no los aburriré. Cada quién tiene las suyas. Para mi estar sentada frente a la pantalla, es perderme, desconectarme de todo, olvidarme de los problemas, del mundo. Es eso, así de simple sin pretensiones, sin análisis, sin complicaciones. Solo maravillarme y ser parte de lo que veo.

Y como dijo Truman: “Buen día.. y por si no volvemos a vernos: buenos días, buenas tardes y buenas noches”.

El final perfecto, el sentimiento hecho cine.

Aviso: Si no han visto la película no vean este video.

4 respuestas a “El cine y yo

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