Son las 2 de la mañana mientras escribo esto, estoy cansada y mucho. No puedo dormir. No duermo porque mi mente no descansa. Admito, confieso que estas últimas semanas no han sido las mejores para mí. Y lo peor que no se porqué. ¿No les pasa?
El día empieza con las carreras de llevar a los hijos a la escuela, las actividades del hogar, los compromisos sociales, los propios y los de los hijos. Tareas, asesorías, jugar futbol con los hijos, que coman, que se bañen, que esto, que el otro…la lista es infinita.
¿Y yo? Yo amanecí cansada. Sí, cansada, sin entender qué me pasa. Me dice una amiga que todas las mamás sufrimos de pronto depresión, que es la corredera, que es el estrés, las responsabilidades, que son los cambios hormonales. ¡Ashis! ¿Será eso?
No lo sé. Pero sí tuve una semana de no querer siquiera salir de la cama. Me decía a mi misma: «Grace, ya baja un pie y el otro le seguirá», todos los días lo hice pero de muy mala gana. Estuve unos días alejada de mis actividades normales, meditando y filosofando sobre la vida, sobre si estaré haciendo las cosas bien con mis hijos, como mamá. Preguntándome si todo va bien, si necesito hacer algo más o algo diferente.
Después de leer un estudio que especifica que las mamás que están en casa lejos del ámbito laboral sufren más depresión, angustia y estrés que las que salen a trabajar diario, descubrí que es normal sentirme así. Uff, ¡qué alivio! Que todas tenemos derecho explotar de vez en cuando o querer desaparecer. A deprimirnos un poco, a entregarnos a la comedera ¡gulp!, a desear irnos por ahí, unas vacaciones, un spa, qué sé yo, a fantasear un poco y a no exigirnos tanto.
Esposos, entonces no se alarmen si llegan a casa y estamos como locas, histéricas, neuróticas; es natural, tuvimos un día pesado, y lo peor es que no entendemos ni qué nos pasa. Denos chance de gritarles tantito #ayquétiene
Al final, lo importante es que mañana por la mañana se nos pasará y seguro amanecemos con esa sonrisa de todos los días. (Bueno, a mí siempre se me pasa).
¿?
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Fuiiiiiuu yo pense que YO era bi-polar carai jjajajajaja que alivio, ahora si me pongo a trabajar entonces 😉
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Jjajajaja a todas nos pasa primis, ya vez, somos normales jajaja
Besos y gracias por leer y comentar 🙂
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ay que alivo saber que a todas nos pasa, y cuando mas crecen los hijos mas los quieres ahorcar jajaja aunque los ames, es mucho trabajo y a los 18 años, mi hijo solo me reprocha cosas y jamas se da cuenta que he sido papa y mama todo el tiempo, gracias por compartir esto Grace…saludos amiga
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Al final los hijos agradecen todo el esfuerzo, ya veras, animo Pilar 🙂 Un abrazo y gracias por leer y comentar.
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Totalmente cierto y válido
Y si de repente esta crisis dura más hay
Que solicitar ayuda profesional
Te quiero
Me urge que sea lunes
Norma Piña
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Claro, siempre hay que buscar ayuda si es algo ya constante. Me dio mucho gusto verte. Te mando un abrazote y gracias por leer y comentar 🙂
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Diría mi banda favorita: «Suffer well».
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Jjajajjaaja Gracias amigo, por pasar a leer y comentar 🙂
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