Nunca es fácil pedir una disculpa, sobre todo cuando una trae la cola entre las patas. Tampoco es fácil cuando los errores que cometemos son sin darnos cuenta. Yo padezco mucho de eso, creo estar haciendo algo correcto y luego ¡bam! Me doy cuenta de que hice mal, intento reparar la situación, y muchas veces ya es muy tarde.
Hoy quisiera pedirle una disculpa a una amiga que creo que lastimé. Ya me disculpé anteriormente pero siento que la herida sigue ahí. Que no ha sanado. Que tenemos un muro entre nosotras, un muro que cada vez se hace más grande y más alto; no quiero que las cosas sigan así.
Quiero decirle que la quiero y que nunca fue mi intención herir sus sentimientos, que pensé que hacía lo correcto, que pensé que ella estaba de acuerdo conmigo, que no me puse en sus zapatos sino en los míos y creí que no le importaría mi decisión.
Quiero decirle que nunca, nunca haría nada para lastimarla, que mi cariño es inmenso pero mis actos a veces son tontos, necios; que la quiero, que la extraño, extraño platicar con ella, que me arrepiento de eso y más cosas que me han llevado a alejarme, que quisiera acercarme y tengo miedo de que no me entienda, de que no me escuche y de salir más lastimada de esta situación.
Quiero pedirle que entienda mis motivos, que recuerde quien soy, quién era antes de que nos alejáramos. Que recuerde nuestra amistad, el cariño mutuo, y lo que nos hizo ser amigas.
Sé que somos diferentes, que cada quien piensa distinto, sé que yo siempre ando desorientada y atolondrada, y que a ella no se le pasan los detalles, que no hubiera actuado como yo. Pero es mi maldita personalidad, fregado, me traiciona; sin embargo sé rectificar, sé ver hacia adentro y aceptar. Discúlpame tantos errores, tanta torpeza, no es intencional.
De corazón –y con el corazón– le pido una disculpa. Espero no sea tarde. No me gustaría que fuera tarde. Creo firmemente que nuestra amistad no es tan débil y que puede superar esto. Ojalá así sea. Se me cierra la garganta y los ojos se me hacen agua de pensar que hasta aquí llegó esta amistad.
“Amiga, me duele mucho esto ¿lo sabes?, sólo me queda decirte que lo siento, que te quiero y que aquí estoy”.
Wow… lloré con esa carta. Espero que su amistad dure por siempre=)
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Gracias Romy, esperemos que dure muchos años 🙂
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Te mando besos y abrazos, querida Grace.
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Yo también amiga, muchos. Gracias por leer 🙂
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