Las suegras

Razones para llorar hay muchas, más para el genero femenino que parecemos una manguera andante, que con el simple hecho de ver un perrito tierno ya estamos llorando de emoción. Las  mujeres lloramos de emoción, de tristeza, de enojo, de enojo, de enojo, ok, de tristeza y de emoción también. Y luego lloramos un poco más. Y no, no siempre son los hombres los culpables de todas nuestras lágrimas, aunque pensándolo bien…

Pero ninguna situación nos prepara para el sentimiento que nos causa llorar por algo relacionado con los hijos. Esas lágrimas generalmente vienen de lo más profundo de nuestro ser, porque los queremos más que a nadie y más que nada. Nos ponemos como leonas para defenderlos o culpar a alguien inocente si algo le pasa a nuestros niños hermosos y adorados. Porque ¿si saben que son nuestros, verdad?, nosotras los hicimos en nuestra panza y eso ya los hace de nuestra propiedad, nuestros, nuestros y sólo de nosotras.

Y aquí viene la parte buena de mis lágrimas. Sí, tengo que confesar algo. Antes debo hacer un preámbulo más. Para que me entiendan mejor y me comprendan bien.

De jovenzuela tuve uno que otro novio, muy pocos no vayan a creer, y junto con pegado venía la mamá, o sea “la suegraaaaa”, debo admitir que hubo algunas suegras que no me querían ¿lo pueden creer? pues yo tampoco lo creía, si yo soy tan linda. “¿Qué le pasa a esta señora? Si yo sólo tengo amor y buenas intenciones con su hijo encantador” –luego descubría que no eran tan encantadores y los mandaba a volar, pero esa es otra historia. Bueno, resulta que las suegras si tenían razón porque la relación no era para siempre, pero me hacían sudar la gota gorda y luchar más por el galán en turno como si fueran la última Coca del desierto.

En ese entonces que estaba tan confundida por el rechazo de las suegras (no daré nombres aunque me tuerzan el brazo), tome la decisión de nunca ser así con las lagartonas que se acercaran a mi hijo, prometí que sería la mejor de todas, cariñosa, comprensiva y a todo dar. La suegra cool. Esa que aún no existe. Aún no ha nacido.

Entonces mi hijo creció, aquel niño hermoso -mío, mío, mío- creció y dejó de jugar con los superhéroes, las consolas y las pelotas. Sus intereses cambiaron, empezó a ver a las chicas, las guapas, las inteligentes, las simpáticas, y empezó a tener novias. Me parece que deberían de empezar a tener novias por ahí de los 30 años ¿Qué es eso de los 12? Y ¿qué creen que pasó con mi promesa? Pues sí, la rompí, bueno no la rompí, no fue así, porque aparte he tenido pocas oportunidades de demostrar mi coolnes como suegra. Pero si sentí que algo se retorcía en mi interior, quemaba mis entrañas y moría de celos, angustia, celos, y angustia.

Me he aguantado, no he sido grosera y he sonreído mucho, el dice que no, pero yo siento que me comporto a la altura. Sí soy un poco sobre protectora y stalker pero les dirijo la palabra a las chicas, ¿qué más quieren?, aparte ni comprometido ha estado con ninguna. Así que eso no cuenta y aún estoy a tiempo de enmendar mi error y cumplir mi promesa.

Déjenme llorar, no me regañen. Ya verán cuando sean ustedes las suegras (o suegros).

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8 comentarios sobre “Las suegras

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  1. A mi me pasa algo chistoso, muero de emoción porque Natalia me cuente de su primer novio, quiero estar ahí para cuando tenga dudas, de todo tipo y aunque sé que habrán días que llore por ver a mi bebita convertirse en una mujercita emocional y estable sé que lo voy a disfrutar muchísimo, pretendo estar ahí, para cuando me necesite sin prejuicios y llena de apapachos…

    Pero ahí de las pobres suripantas venidas a más que se atrevan siquiera a poner sus ojos sobre mis guapísimos, no, no, no. Primero que aprendan a despercudir la ropa y a echar la tortilla de maíz al comal sin que se les doble y luego YA VEREMOS.

    POSESTAS.

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  2. Yo estoy SEGURA que mis hiijos van a ser castos y puros hasta el día de su boda que se casen con quien yo elija. Jajajaja
    La verdad creo que si crecemos junto con nuestros hijos, estaremos listos para ese momento. Yo no prometí ni prometeré ser la mas buena onda, pero la nariz de sabueso que tengo se que no va a ayudar!

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