Los seres humanos somos muy complejos, nos podemos enganchar en las cosas más absurdas y sin sentido que existen y autoflagelarnos cuando no es necesario.
En lo personal antes me pasaba mucho, me afectaba hasta el aire que respiraba, ok, exageré, pero sí me afectaban muchas cosas que pasaban a mi alrededor y andaba arrastrándolas como si importaran o valiera la pena sufrirlas.
Hace algunos años, después de pasar por varias pérdidas emocionales, me di cuenta que no tenía caso desgastarme por nada que no tuviera remedio o no fuera mi responsabilidad. Mi única responsabilidad soy yo y mis sentimientos. Yo soy la única que puedo controlar lo que siento. Aprendí que no debo culpar a los demás por lo que yo siento o vivo, es decir, si yo me enojo porque alguien abusa de mi confianza, sólo yo soy responsable de ese enojo. Primero porque yo permití que abusaran, segundo porque yo decido si me enojo o no y tercero, por que yo elijo quien entra a mi vida.
Así que opté por no enojarme, sentirme, ni ofenderme por cosas que no son mi responsabilidad. Aprendí a no preocuparme por amistades que se la pasan quejándose o llenándome de energía negativa, a esas que les encanta absorber la felicidad de los demás. No dejar que me afecten sus desplantes, sus berrinches o sus malas vibras.
Simplemente ahora, dejo que hagan lo que quieran y si están de ánimo y con ganas de verme, nos vemos felices, si no, compermisito y a lo que sigue. La solución, fácil, no abrirle la puerta a esos entes que contaminan emocionalmente. Ahora sí que literal, no soy yo, eres tú.
Suena duro, pero no podemos cargar con nuestros problemas y aparte ir levantando lo que las demás personas nos quieran encasquetar; frustraciones, enojos y en muchos casos hasta dejarlos desquitarse con nosotros por que no saben manejar sus emociones.
Después de trabajar en eso, empecé a trabajar en todo lo que vive en mi mente. Elegir si me lamento de lo que hago o dejo de hacer, si me culpo por mis errores pasados, si cargo con traumas de mi infancia o cualquier otra época de mi vida. Si dejo que mi mente tome el control de lo negativo y me destruya emocionalmente. No, no puedo permitirme ninguna clase de auto boicot, porque no necesito llenar mi cabeza de telarañas y pasar la vida sufriendo.
Necesito vivir con lo que tengo, luchar diario, ser feliz, disfrutar, reír de mis errores y aprender de lo malo. Lo que necesito siempre es abrir las puertas a todo lo que sea aprendizaje constructivo. Echar para afuera fantasmas y basura mental que no sirve para nada, sólo para anclarnos y no dejarnos ser libres, libres mentalmente y enormemente felices.
Yo soy feliz, porque todos los días aviento a la basura todo el desperdicio mental que me encuentro en el camino. ¡Yo no soy open mind, soy free mind!
Felicidades, excelente texto, yo soy open y free mind.
Me gustaMe gusta
Mil gracias, es difícil pero seamos free mind!
Me gustaMe gusta