El tema de la semana me hizo recordar y desempolvar viejos recuerdos y antiguas fotografías.
¡Qué buen baile! Esta frase me transportó a aquella época en que solía ir a retratar a los maestros del Danzón en el salón Los Ángeles de la Ciudad de México. Los protagonistas del lugar, parejas mayores de edad, de aspecto cansado pero alma joven.
Uuuuuy ya hace un par de años de este proyecto, era por ahí de 1999 cuando inicié mis andanzas en ese salón, iba una vez a la semana y no sólo disfrutaba de la música y el baile, disfrutaba compartir con todas esas señoras y señores dueños y amos de la pista.
Escuchar su pasión por el Danzón me cautivó desde el primer día que visité el lugar. Me impresionaba el entusiasmo que veía en ellos, ese que no encontraba en muchos jóvenes a mi alrededor, lo que veía en ellos era amor, pasión, vida.
Me conmovieron, me emocionaron. Así quiero vivir mi vida. Qué admiración y qué orgullo.
¡Que buen baile!
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