Para ser adultos emocionalmente sanos es de vital importancia que desde pequeños aprendamos sobre el manejo de las emociones. Hay muchas maneras de trabajar en ellas e ir madurando conforme crecemos. Una excelente manera de hacerlo es llevar un diario escrito.
Puede parecer difícil para algunos pero si motivamos a nuestros hijos desde niños podemos encontrar múltiples beneficios que nos regala esta actividad. No se trata de que obligues a tus niños a hacerlo, tal vez pueden empezar con dibujos cuando son pequeños y después empezar a escribir.
El niño debe anotar lo que le nazca, puede al principio solo ser un renglón o solo una frase, dale oportunidad y poco a poco escribirá más. Sobre todo respeta sus tiempos y no presiones para que te muestre lo que ha hecho, este puede ser su espacio intimo. Como padres queremos que nos cuenten todo pero siempre habrá algo que sea solo de ellos y en un diario lo pueden expresar.
Escribir un diario, aparte de que ayuda a la escritura, ortografía, gramática y lectura (que son muy importantes), ayuda a que el chico aprenda a identificar lo que siente, al escribirlo en papel le da perspectiva de lo que esta pasando, si es una situación puede releer y darse cuenta de como sucedieron las cosas. Si es un sentimiento puede explorar las sensaciones que lo invaden, miedo, temor, coraje, amor; identificarlas y entenderlas mejor.
También al tener una perspectiva más amplia puede identificar los aciertos y errores de sus actos, y descubrir lo positivo o negativo en lo que hace, esto le da una herramienta maravillosa, la tolerancia a la frustración que se traduce en crecimiento, porque admitir que ha fallado lo hace valiente, más humano y aprende a enfrentar las consecuencias.
Y sobre todo puede ser un lugar de desahogo, donde plasma todo lo que no le cuenta a sus amigos, a ti o a cualquier persona cercana. Tener un espacio donde sincerarse y liberar cualquier cosa que lo este molestando.
Así que motivemos a nuestros pequeños a escribir, porque los beneficios son muchísimos y aparte tendrá un recuerdo para siempre de sus aventuras de cuando era niño.
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