El sol de Puerto Rico

¡Por fin llegaron las vacaciones de verano! Moríamos por salir de la ciudad e ir a el lugar perfecto para descansar con los niños. Siempre que viajamos con los hijos es una aventura porque hay que tener todo perfectamente planeado y calculado para que descansen ellos y sobre todo nosotros que es nuestro momento de relajación.

Este verano escogimos Puerto Rico, nunca habíamos visitado la isla pero nos habían contado maravillas del lugar. El primer paso, fue elegir hotel, la verdad batallamos para encontrar uno que nos llenara el ojo, pero nos decidimos por el Intercontinental que esta en Isla Verde, no solo por los servicios que ofrecen sino porque tiene playa al pie de las habitaciones. Ese era el parte del plan diario, correr a la playa después de las actividades matutinas.

La playa de San Juan es maravillosa, como todas las playas del bello caribe, con ese color turquesa y esa tranquilidad que solo en esas playas puedes disfrutar. Así que por las tardes paseábamos por la orilla del mar, o nos tumbábamos en los camastros a observar los atardeceres.

Pero las playas no es lo único que tiene para ofrecer Puerto Rico, si visitas el lugar tienes que ir al viejo San Juan a conocer los fuertes Castillo San Cristobal y San Felipe del Morro, a los niños les encanto recorrer sus pasillos e historia, ambos son impactantes y maravillosos. Después recorrimos las coloridas calles de su centro histórico, la arquitectura es única y muy particular de la zona, visitar el viejo San Juan es un “must” obligado. Por la tarde te puedes detener a comer en el restaurante Barrachina donde puedes probar la comida típica del país y donde se invento la Piña Colada, así que no puedes dejar de pedir la bebida para ti y para los peques sin alcohol.

Al día siguiente nos dimos a la tarea de visitar el radiotelescopio de Arecibo. El observatorio, construido entre el 1960 y el 1963, tiene la antenas de radiotelescopio mas grandes del mundo, con un plato de cerca de 305m (1,000 pies) de diámetro. La visita es perfecta para llevar a los chicos porque tienen un museo con un recorrido y una película donde les explican la utilidad y funcionamiento de la antena. El radiotelescopio esta como a una hora y media de la capital así que recomiendo rentar carro para llegar al lugar.

Como ya habíamos rentado el auto, al día siguiente decidimos visitar la ciudad de Ponce, otra ciudad con un centro muy lindo lleno de arquitectura estilo colonial. Ya que estas en la plaza principal puedes visitar las casas-museos de alrededor para admirar las construcciones estilo caribeño de la ciudad o si estas en el antiguo Parque de Las Bombas vale la pena dar una vuelta caminando por la plaza, la catedral y la alcaldía. Después de comer nos dirigimos al puerto y en el camino nos topamos con unas casitas de colores muy pintorescas (muy cerca del museo de arte contemporáneo), la verdad no era una zona turística pero me encanto el lugar por su singularidad y vida local.

Algo que me encanto de la isla fue su vegetación, si eres amante de lo verde como yo, aprovecha un día entero para visitar el bosque tropical de El Yunque. Los lugares más importantes para ver son la cascada La Coca, la torre Yokahú y la cascada La Mina.

San Juan tiene una gran oferte cultural que ofrecer, por lo que nos dedicamos a visitar sus museos, nuestros favoritos el Museo de Arte y el Museo de arte contemporáneo, los dos están muy cerca, por lo que solo necesitas una tarde para visitarlos.

También mientras recorres la ciudad descubres una gran cantidad de “street art” como graffitis gigantes en sus calles principales.

En nuestro último día nos fuimos a la isla Icacos a hacer “Snorkeling”, esto fue lo mejor para los niños porque les encanto ver los peces pero sobre todo encontrar a Dory y descubrir que era real. El paseo en catamaran y la belleza de la isla son espectaculares, como toda playa caribeña el color claro de la arena y el azul cristalino del agua enamoran.