Muchas veces como padres creemos que estamos haciendo lo correcto, sin embargo caemos en patrones que aprendimos de nuestros padres. Si estamos más consientes de nuestros actos es más fácil corregirlos.
Hoy les compartimos algunos de estos errores que cometemos diario con nuestros pequeños.
- Dar un mal ejemplo. Si queremos enseñar a nuestros hijos a tener ciertas actitudes debemos empezar por nosotros, de nada sirve que les digamos que hay que respetar a los demás si nosotros pasamos por encima de todos, o a comer vegetales si nosotros nunca los probamos. Hay que empezar por uno mismo para que ellos aprendan.
- Ayudarlos a corregir malos hábitos. No se trata de regañar a los niños todo el día, sino de darles opciones y ayudarlos a llevarlas acabo. Por ejemplo obligarlo a hacer cosas sin darle alternativas para solucionar el problema no sirve de mucho, es importante decirle cómo y por qué.
- Regañarlos cuando estamos enojados. Cuando estamos alterados no hay manera de que hagamos a los niños entender porqué les estamos llamando la atención, más bien terminamos descargando todo el enojo en ellos como si fueran culpables de lo que nos está molestando. Respiremos y después hay que hablar con ellos.
- Hablar de más. Muchos padres de familia creen que explicándoles todo a los hijos se solucionan los problemas. Hablan y hablan y la mayoria de las veces los niños no los están escuchando, es mucho más efectivo ser claros y concisos en el mensaje. Por ejemplo, si los hermanos se estan peleando, les decimos “No esta bien que le pegues a tu hermano” hay que separarlos y se resuelve la situación.
- Pensar que es una etapa y pronto pasará. Cuando creemos que con el tiempo nuestro hijo va a cambiar su actitud. Dejar que el tiempo pase hará el problema más grande, lo ideal es resolver y enfrentar la actitud de nuestros hijos cuando la estén viviendo. Después puede ser muy tarde.
- No mantener rutinas en casa. Es sumamente importante tener organización en casa, ya sea de rutinas o de cualquier cambio que querramos generar en los hijos, si decimos que los vamos a poner a lavar los trastes diario y solo lo hacemos una vez ellos nunca aprenderán el habito, debemos de ser consistentes y regulares en las actividades y rutinas asignadas.
- Estar en el mismo canal que tu pareja. Es fundamental que ambos padres coincidan en la manera que se está educando a los hijos, si uno dice una cosa y otro otra solo genera confusión y más adelante el niño aprende cómo manejar situaciones manipulando a sus padres.
- Chantajear a los hijos para obtener lo que queremos. No pasa nada si de vez en cuando lo hacemos pero si se vuelve una costumbre cotidiana es peligroso porque los chicos aprenden a actuar solo a cambio de algo, cuando lo correcto es que las cosas las hagan naturalmente.
- Entender a tus hijos. Muchas veces cuando estamos molestos se nos olvida ponernos en el lugar de los chicos para poder dialogar con ellos, nos dejamos llevar por la molestia y eso no nos lleva a nada. Es importante que ellos sepan que entendemos y que los queremos pase lo que pase.
- Y por último, un error muy común es no felicitarlos cuando se portan bien. Siempre notamos cuando hacen una travesura y les llamamos la atención sin embargo es vital reconocer cuando se comportan perfectamente, por ejemplo, tu hijo jugó con sus amiguitos y compartió sus juguetes todo el tiempo, cuando termine le puedes decir que estás orgullosa porque sabe compartir con los demás.
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