Viajar es lo más maravilloso que existe, bueno para mucha gente es así. Pero cuando nos convertimos en papás pensamos que ya no podremos viajar de la misma manera que lo hacíamos cuando éramos solteros, eso es falso de toda falsedad. Siempre hay manera de lograrlo, por más difícil que parezca, sobre todo si hablamos del tema económico, pero no tiene que ser el gran destino, puede ser un lugar cercano, la idea es salir con los hijos, conocer y ampliar nuestros horizontes.
Estas son las siete razones más importantes por las cuales deben salir de casa y viajar con sus pequeños:
- Fortalece la unión familiar. Generalmente en el día a día nos envolvemos en actividades, clases, tareas, etc. la lista es inmensa y nos podemos perder en la rutina diaria. Salir, nos desconecta de los horarios, nos permite conocernos mejor, platicar más y convivir. Los viajes en coche o autobús nos regalan esa oportunidad, tiempo solos y aislados de las obligaciones para regalarnos al 100% la atención los unos a los otros, y ni se diga en el destino final, más si es algo relacionado con la naturaleza como acampar o ecoturismo.
- Aprendizaje y cultura. Una cosa es lo que les enseñan en la escuela, pero nada se compara con el conocimiento que obtienen de primera mano al conocer ellos mismos lugares, costumbres, personas. Los niños suelen hacer las preguntas más interesantes en un viaje, cosas que de pronto como adultos obviamos.
- Aprenden a valorar lo que tienen. Conocer otras maneras de vivir, convivir con otro tipo de personas y tradiciones enseña a los niños a valorar lo que tienen en su vida, les da perspectiva y descubren cuan afortunados son. Muchas veces los niños creen que es normal tener muchos juguetes o aparatos electrónicos, no hace falta que le digas que no todos somos tan afortunados, simplemente visiten algún pueblo cercano y ellos mismos lo notarán.
- Personas responsables. Salir de la rutina y viajar exige que todos en la familia se adapten a nuevos roles y obligaciones, desde cargar su maleta, recoger su ropa, mantener orden durante el viaje. Si cada quien cumple un rol y hace sus tareas, el viaje es más ligero, de esta manera los pequeños se ven forzados a tener que cumplir y ser responsables en la parte que les corresponde dentro del grupo.
- Relajarse, vivir la aventura y ser independientes. Viajar ayuda a los niños a ser más aventurados, a no temer a los cambios y las cosas nuevas. la vida de ciudad muchas veces suele ser cuadrada y aburrida, salir de la rutina los relaja para animarse a hacer cosas que tal vez en casa no harían y por ende a ser más independientes.
- Niños inquisitivos. Al visitar nuevos lugares, hay que motivar a los chicos a hacer preguntas, conocer gente y desenvolverse libremente. Preguntando se llega a Roma dicen, pues que mejor que dejar que los niños se atrevan a preguntar todo, se cuestionen sobre el mundo y su ciudad y no se queden solo con la información de primera mano.
- Bellos recuerdos. Otro famoso dicho “recordar es vivir” que mejor regalo le podemos dar a nuestro hijos que bellos recuerdos familiares, risas y diversión. Este tipo de experiencia nunca se olvida.
Así que anímense a salir con sus pequeños, seguro de grandes se los agradecerán.
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