Tengo 15 años. Me encierro en mi recámara, mi recámara es mi refugio, puedo estar sola, puedo pensar, llorar, bailar, sin que nadie me moleste…Pensar, llorar. Me siento sola, triste. Mi mente no para. Nunca para. Leo. La lectura siempre me distrae. Escucho música. Canto. Bailo. En la escuela tengo muchas amigas. Dudo de todo... Leer más →