Di no al marcianismo

grace1

Riiiiing, riiiiing, riiiing, el teléfono suena.

Es mi mamá, me pregunta qué he hecho, cómo estoy, qué hay de nuevo, la conversación fluye bien, normal, ninguna noticia relevante. Después de un rato le cuento que voy a salir de viaje.

“¿Otra veeez? ¿Cómo le haces eso a Efraín?”, me pregunta.

Yo me quedo con cara de ¿what? y luego le respondo:

“No le hago nada, solo salgo de viaje”.

Ella no lo entiende, suena sorprendida de que me vaya de viaje y Efraín se quede con los niños. Le explico que generalmente yo estoy con ellos y no me siento ofendida, ni molesta, ni nada. Los dos sabemos lo mismo, podemos hacer las mismas cosas y tenemos las mismas capacidades.

Creo que el problema viene de generación en generación, y lo aplican quienes deciden repetir el modelito de roles predeterminados. Nosotros no. Nosotros optamos por ser prácticos, justos, iguales. (Claro, él es más fuerte, dice..).

No vamos contracorriente, simplemente así vivimos y así estamos perfectos. Y para sumarle al asunto, tenemos dos hijos hombres a los cuales no queremos enseñarles, ni que aprendan, que los hombres son de Marte y las mujeres de la Tierra (no hay de otra). Y no hablo de las capacidades físicas, sino de las culturales.

Constantemente lucho con frases que traigo pegadas como: “Pegas como niña”, “Pelea como hombre” “No seas mandilón” “Sea machito” o “Los hombres no lloran”. Todas estas frases y más las traemos tatuadas de tanto que las hemos escuchado. ¿Por qué los hombres no deben llorar? Me pregunto.

¿Y quién dijo que los hombres están negados a las labores del hogar o al cuidado de los hijos? Efraín cocina maravillosamente bien, yo fatal, plancha mejor que yo, y yo puedo ver los asuntos de mantenimiento de la casa, desperfectos, arreglos, sin problema. Nada es exclusivo de él, ni mío. Todos hacemos de todo por igual.

Lo que yo espero es que cuando mis hijos crezcan, decidan si quieren trabajar en casa, lavar trastes, cuidar a los hijos o salir a trabajar. Como quieran y como mejor se les acomode. Igual no les gusta los asuntos del hogar, igual y sí.

Los hombres no son de Marte. Mujeres, dejemos de convertirlos en marcianos.

6 respuestas a “Di no al marcianismo

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  1. Muy ciertooo jajajajajaja mi mama tambien me dice que soy revelde y no es eso, los tiempos cambian, hablando de la planchada en este caso si te quedamos mal los dos jajajajajaja Buenisimo 🙂 me encanto !!!

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