Siempre algo nuevo en Los Angeles

A pesar de que tengo 20 años viviendo en el DF, perdón en la CDMX, soy una chica fronteriza, allá nací y crecí. Me tocó la frontera de California y por fortuna pude conocer bastantes ciudades del otro lado cercanas a Mexicali. Siempre creí que conocía bien esa zona y pensé que visitar Los Angeles no tendría nada espectacular.

Esta última vez, debo reconocer que descubrí un rasgo nuevo de Los Angeles; es de esas ciudades que siempre tienen algo nuevo que ver, visitar o conocer. Me sorprendió como si fuera la primera vez que la visitaba.

Fue un viaje difícil porque por primera vez me retuvieron en migración y me interrogaron como si fuera traficante, maleante o alguien horrible que visita los Estados Unidos, empiezo a creer que el Sr. Trump esta haciendo de las suyas. Y así deprimida por mi recibimiento, casi, casi daba por perdido este viaje.

Pero no me puedo quejar, llegando al Hotel –The Standard Dowtonwn– todo empezó a pintar mejor, me relajé, pude dormir perfecto y amanecí con ganas de turistear como nunca. Primero me lancé al Bottega Louie, de verdad que tienen que ir, el lugar tiene unos postres increíbles y los desayunos son espectaculares.

 

Después nos dirigimos a Hollywood, es imposible visitar L.A. y no hacer la caminata típica por el Paseo de la Fama. En mi opinión esta es la zona mas surrealista de la ciudad, te encuentras todo tipos de personajes: gente tomándose fotos en el piso junto al nombre de su artista preferido, sujetos disfrazados de superhéroes o de cualquier personaje de película, fanáticos esperando toparse al actor del momento, en sí, toda una aventura. Desde ya les digo que no se van a topar con ninguna celebridad pero tienen que conocer la zona.

Al día siguiente hice lo que nunca, me animé a visitar el Griffith Park, y digo animé, porque si visitas el lugar debes escalar hasta la cima, desde ahí la vista es maravillosa y puedes ver el famoso letrero de Hollywood. De bajada llegas hasta el observatorio del mismo nombre; Griffith Observatory, el lugar es gratuito y si eres amante de las estrellas y la ciencia este punto te va a encantar. Cuenta con un telescopio enorme para que disfrutes de la belleza de los astros y su magnificencia.

 

A mi me tomó horas subir y bajar la colina (por no decirle mega montaña), así que para esta actividad hay que tomarse el día completo, claro a menos que seas mega deportista y lo hagas en 15 minutos todo.

También visitamos Santa Mónica y Venice Beach, estos dos barrios están pegados y estando en uno puedes pasar a visitar el otro. Dos puntos bohemios, hipsters y chic de la ciudad, en la zona, yo te sugiero que camines y disfrutes a pie para que conozcas mejor estos distritos, su arquitectura, gente y arte.

Estando ahí dirígete a la calle Abbott Kinney, con tiendas y restaurantes para detenerte a comer o cenar, nosotros cenamos en el Gjelina, comida italiana con un toque diferente, las entradas son fabulosas y ni se diga deliciosas. Muy recomendado para visitar (haz reservación, siempre está lleno).

Una visita obligada es San Marino, no saben como disfruté el paseo al atardecer en el Yate Hornblower, puedes hacer una reservación para cenar y pasear por la bahía, ver las playas y saborear el clima californiano. La comida me sorprendió, no me lo esperaba. Así que el recorrido lo tiene todo, no decepciona y queda perfecto para cerrar con broche de oro su visita a la ciudad.

por Grace Navarro

 

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